Trabajar duro para mantenerse activo y en forma no es sólo un hábito saludable: es una elección que uno toma y que lo guía por un camino. Y cuanto más sigas ese camino, más aprenderás sobre ti mismo y de lo que tu cuerpo es capaz de hacer.
Mantener una rutina de ejercicios regular implica trabajo duro, dedicación y creer que puedes lograr tus objetivos, sean los que sean. Ya sea que esté haciendo ejercicio para perder peso, desarrollar músculo y/o simplemente mantener su IMC, hay lecciones que aprender a lo largo del camino.
Aquí hay siete cosas que aprendí en mi camino hacia el fitness y que me gustaría compartir con ustedes con la esperanza de que las encuentren no solo identificables sino también inspiradoras.
1. Respeta tu cuerpo.
Cuando nos miramos al espejo, lo más probable es que la mayoría de nosotros veamos inmediatamente nuestros defectos y no podamos evitar centrarnos exclusivamente en ellos. Es natural ser duro con nosotros mismos, pero una lección que aprendí al principio de mi camino hacia el fitness es que si quiero mejorar la apariencia de mi cuerpo por fuera y cómo funciona por dentro, necesito aceptar mi cuerpo y respetar ambos. sus capacidades y sus limitaciones actuales. Mi cuerpo es mi amigo, no mi enemigo, y al tratarlo como tal, tengo una mejor actitud hacia mi cuerpo y mi relación con él.
2. Establezca una rutina.
Es posible tener una relación intermitente con su rutina de ejercicios. No lo recomiendo. Quizás hagas ejercicio un día pero no al siguiente. Tal vez te convenzas de no ir al gimnasio porque estás demasiado cansado o demasiado dolorido. ¿Adivina qué? Puedes hacerte un gran favor estableciendo una rutina. Elija un horario conveniente todos los días para hacer ejercicio y respételo. De lo contrario, hacer ejercicio sólo cuando te conviene no te dará consistencia, que es lo que necesitas si quieres estar sano y en forma.
3. Establezca metas realistas.
Mantenerse motivado es un componente enorme y útil de cualquier rutina de ejercicios exitosa. Piénselo: ¿qué tan bien se siente después de haber logrado algo que pensaba que tal vez no habría podido lograr? Aprendí que una forma de mantener la motivación es establecer metas, y no cualquier meta, sino realistas. Digamos, por ejemplo, que uno de sus objetivos es correr tres millas en menos de 40 minutos. No lograrás ese objetivo sin adoptar una rutina que te permita acondicionar y entrenar tu cuerpo gradualmente. Al establecer objetivos realistas (correr durante cinco minutos, luego diez minutos, y así sucesivamente) y alcanzar cada uno de ellos, tu confianza en ti mismo crecerá y estarás decidido a seguir esforzándote por alcanzar los objetivos pequeños, los objetivos grandes, y cada gol intermedio.
4. Rodéate de personas que te apoyen.
No puedo enfatizar lo suficiente lo importante que es contar con un sólido sistema de apoyo cuando se trata de mantener su rutina de ejercicios. Es una sensación increíble cuando sientes que hay personas que te animan y entusiasman con todo lo que implica tu camino hacia el fitness. Si tienes suerte, incluso encontrarás una persona (quizás un compañero de entrenamiento) que te responsabilice (es decir, se asegure de que sigas tu rutina) y te anime a seguir con el buen trabajo. El aliento de una o más personas especiales en su vida puede ser de gran ayuda.
5. Lo que usas importa.
Solía ir al gimnasio con camiseta y pantalones cortos. ¡Atrás quedaron esos días! ¿Por qué? Porque aprendí que no es sólo mi equipo de entrenamiento (barras, esteras de yoga, cuerdas para saltar y cosas similares) lo que me ayuda a quemar calorías. Kewlioo ofrece una increíble selección de productos de ropa deportiva que te permiten aumentar tu transpiración y tonificar tus músculos. La línea de ropa para sauna incluye chalecos, camisas, pantalones cortos, tonificadores de cintura y más, ¡todos diseñados para hacerte sudar, liberar toxinas y aumentar el metabolismo! Es una forma fantástica (y sencilla) de llevar tu rutina de ejercicios al siguiente nivel.
6. Evite atajos y excusas.
Por muy tentador que sea no hacer esa última serie de sentadillas y simplemente dar por terminado el día, he aprendido que es mejor evitar tomar atajos y poner excusas. Ciertamente no le hacen ningún favor a su rutina de ejercicios. Para citar a la poeta Maya Angelou: "Nada funcionará a menos que lo hagas". Claro, es posible que tengas un mal día o experimentes un revés, pero debes mantener el impulso. Te lo debes a ti mismo y a todo el progreso que has logrado hasta ahora.
7. Encuentre alegría en este camino.
Seamos realistas: sería mucho más fácil sentarse en el sofá y mirar televisión que dar una caminata rápida, hacer algo de yoga o ir al gimnasio. Entonces, en este sentido, hacer ejercicio a veces puede parecer una tarea ardua. Así que aquí está la séptima y última lección que me gustaría compartir contigo: encuentra y aprecia todas las alegrías y placeres simples que se obtienen al hacer ejercicio de forma regular. El aire fresco que respiras cuando sales a caminar o trotar a paso ligero. . . la camaradería que sientes entre tú y la gente que conoces en el gimnasio. . . la forma en que se sienten tus músculos cuando completas la última serie de estocadas. . . Vale la pena reconocer y celebrar todas estas alegrías.
El camino de cada uno hacia el fitness es diferente, pero nuestros caminos son paralelos en el sentido de que todos tenemos ambiciones, experimentamos luchas y mantenemos una pasión compartida por querer ser lo mejor de nosotros mismos. Dicho esto, todos podemos aprender unos de otros y compartir historias/lecciones que pueden ser útiles y tranquilizadoras.
Ninguno de nosotros está solo mientras continuamos por este camino hacia el fitness. Más bien, estamos todos juntos en esto: mejorar nuestros cuerpos, mantenernos concentrados y confiar en que todo nuestro arduo trabajo vale increíblemente la pena.